31 de agosto de 2010

NUNCA JAMÁS

El fútbol es mucho más que un deporte,es un sentimiento que se entrelaza con el arte ,es la pura expresión de lo bello que tiene como esencial elemento la redondez de un balón.

Lo dejamos con un poema del periodista ,músico, poeta argentino ,WALTER SAAVEDRA :

NUNCA JAMÁS







Cómo vas a saber lo que es el

amor si nunca te hiciste hincha de un club.

Cómo vas a saber lo que es el

dolor si jamás un zaguero te

azotó la tibia y el peroné.

Cómo vas a saber lo que es el

placer si nunca ganaste un

clásico barrial.



Cómo vas a saber lo que es

llorar si jamás perdiste un clásico

sobre la hora con un penal dudoso.



Cómo vas a saber lo que es el

cariño si nunca acariciaste la

redonda de chanfle entrándole

con el réves del pie en el

cachete para dejarla jadeando bajo la red.

Cómo vas a saber lo que es la

solidaridad si jámas saliste a dar la

cara por un compañero golpeado sin

fe desde atrás.



Cómo vas a saber lo que es la

poesía si nunca tiraste una gambeta.



Cómo vas a saber lo que es la

humillación si jamás te hicieron un caño.



Cómo vas a saber lo que es la

amistad si nunca devolviste una pared.

Cómo vas a saber lo que es un

orgasmo si jamás diste una

vuelta olímpica de visitante.



Cómo vas a saber lo que es el

pánico si nunca te sorprendieron

mal parado en un contragolpe.



Cómo vas a saber lo que es

morir un poco si jámas fuiste a

buscar la pelota adentro del arco.



Cómo vas a saber lo que es la

izquierda si nunca jugaste en equipo.

Cómo vas a saber lo que es la

xenofobia si en ninguna cancha

te gritaron "negro de mierda".



Cómo vas a saber lo que es la

soledad si jamás te paraste bajo

los tres palos a doce pasos de

un fusilero dispuesto a acabar

con tus esperanzas.



Cómo vas a saber lo que es el

barro si nunca te tiraste a los

pies de nadie para mandar la

pelota sobre un lateral.



Cómo vas a saber lo que es el

egoísmo si nunca hiciste una de

más cuando tenías que darsela

al nueve que estaba mejor ubicado.



Cómo vas a saber lo que es el

arte si nunca inventaste una rabona.



Cómo vas a saber lo que es la

música si jamás cantaste

haciendo equilibrio sobre un

paravalancha.



Cómo vas a saber lo que es el

suburbio si nunca te paraste de wing.

Cómo vas a saber lo que es la

clandestinidad si nunca te tiraron

un pelotazo para que te

aguantes vos sólo a toda la defensa rival.

Cómo vas a saber lo que es la

injusticia si nunca te sacó tarjeta

roja un referee localista.



Cómo vas a saber lo que es el

insomnio si jamás te fuiste al descenso.



Cómo vas a saber lo que es el

odio si nunca hiciste un gol en contra.



Cómo vas a saber lo que es la vida,

si nunca, jamás, jugaste al fútbol.

26 de agosto de 2010

José Mourinho 'En el fútbol lo arriesgo todo. En lo personal, riesgo cero'



La gente lee ahora cualquier cosa que diga José Mourinho, portugués de Setúbal, 47 años, con el morbo que desatan los exabruptos. La gente espera de él una declaración grandilocuente, una descalificación del contrario, una explicación arrogante de sus objetivos o de sus métodos.

 
Aunque esa es la imagen que trasciende, ese no es ni mucho menos el único José Mourinho; ese es el traje que se le ha hecho al nuevo entrenador del Real Madrid. Se lo ha fabricado él mismo, es cierto, pero no es el único que viste. Ese traje es un pararrayos sobre el que caen los truenos que él no quiere que caigan sobre los jugadores.

Es cierto que tiene una alta consideración de sí mismo, la máxima quizá, que su ego está al servicio de su profesión. Es cierto, y de la cabeza a los pies tiene esa vestimenta moral que le hace parecer arrogante, básicamente porque lo es.

Pero tiene otro traje, que también es verdadero; con él apareció, a veces, en esta entrevista, y de esa conversación salí con las notas que justifican esa impresión: Mourinho no es solo el hombre del ceño fruncido, cabreado con media humanidad (la que no está con él). Es también un tipo afable, que marca bien las distancias pero que no se va del sillón cuando se cumple el tiempo (veinte minutos) que prometió para este encuentro, que duró luego algo más de tres cuartos de hora.

Ahí sigue, pues, e incluso sonríe, o ríe, cuando al final recuerda que su último equipo, el Inter de Milán, jugó con cinco delanteros, "¡cinco delanteros!", frente al Siena, en la Liga italiana. Bromea con su barba, que, como casi siempre, lleva dos o tres días creciendo, con el rostro que le ha ido dejando la edad y con sus ojos, de los que uno de sus maestros, Bobby Robson, que le trajo de traductor al Barça en 1996, dijo que eran "los más extraordinarios" que había visto en su vida. Traductor. Luego se lo gritaron en el Camp Nou (¡traductor!) como un insulto. "Era un insulto para los traductores".

Así que es evidente que la gente se fija más en el ceño de Mourinho que en lo que dice José Mourinho: su ceño es grave, escrutador; entra por la puerta, da la mano, despeja las dudas, sin decir una palabra, sobre el papel que tiene cada cual, y se apresta a ser preguntado. Pero lo que dice no es como su ceño. Ese del banquillo es una especie de destilación de José Mourinho, un trabajador enfrascado en el objetivo, aunque él no lo diga, de hacer feliz a su padre. Por él, José Manuel Félix Mourinho, que fue portero del Vitória de Setúbal y entrenador en Os Belenenses, lo hace todo. Por él ahora quiere ganar al frente del Madrid, igual que ganó con el Chelsea o con el Inter. No pudo ser un jugador importante, y quiere ser el entrenador más importante, el más galardonado del mundo.

Es ambicioso, cómo no. Es muy ambicioso. Eso se le ve en el campo y se le ve en las palabras; no oculta ninguno de los objetivos ambiciosos de su vida, los va enumerando como si los tuviera incrustados en la memoria. Esa obsesión por ganar desde el banquillo lo que no pudo ganar jugando es ya, más que un objetivo, un punto de vista.

Michael Robinson, ex futbolista, comentarista de Canal +, periodista, coincidió con él durante un mes en Yugoslavia. Y lo define así: "El tiempo en que estuve con él fue muy gratificante; me llevé la impresión de un hombre cálido, afectivo y espléndido. Según ha ido evolucionando, esas características han calado en su personalidad y ahora no solo es un gran entrenador, sino que tiene muchos registros como ser humano. Se pone un traje ante los medios, pero es un crack de la comunicación, generoso con los futbolistas; les hace saber que ellos son los que ganan y él es el que pierde, por eso le tienen adoración. Les transmite amor y respeto; es más blando que duro. Sus guerras dialécticas son momentáneas. Son pequeños instantes en una vida que inspira un especial cariño".

 
Caramba, qué cosas le dice Robinson...

Hay que llamarle para agradecérselo. Me conoce bien... Es un análisis de una persona muy inteligente o de una persona que me conoce bien. Quizá porque sea al mismo tiempo periodista y ex jugador tiene esa sensibilidad para entender el juego.

 
Déjeme que empiece citándole a Ángel González, el poeta asturiano. Decía: "Para que yo me llame Ángel González, para que mi ser pese sobre el suelo...". ¿Qué ha tenido que pasar para que usted sea José Mourinho, el hombre al que conocemos hoy? ¿Cómo fueron su infancia, sus amigos, sus padres? ¿Cómo fue la vida que le condujo a amar el fútbol?

Todo ha sido muy natural. Nací en una familia de jugador; crecí después como hijo de entrenador. Ese ha sido mi hábitat natural. Muchos años más tarde, el fútbol sigue siendo parte indisoluble de mi vida; cuando nace mi hija, yo tengo un partido, y el día que nace mi hijo tengo otro partido.

 
Y usted fue a los dos partidos.

Por supuesto. Es mi vida. El fútbol... Mi padre se casó con una profesora de portugués. Esa combinación me hizo amar el fútbol por una parte, pero al mismo tiempo la presencia de mi madre, su actividad, me influyó para tener un poco de control de esa pasión y mantener una motivación cultural y académica [Mourinho relata su vida como si estuviera presentando un currículo que va viendo en un teleprompter]. De joven, cuando tenía 17 años, apareció una novia en mi vida, una chica de 15 o 16 años que ahora es mi mujer; ella también tiene formación universitaria, de filosofía, yo estudié educación física. Por tanto, la formación de mi pensamiento es el fruto de la unión de dos áreas que algunos creen incompatibles, la universidad y el fútbol. Cuando entro en la universidad tengo tantas obligaciones que la presión de hacer las cosas bien, de acabar la licenciatura, cambia mi propio modo de ser: ya no quiero ser aquel niño que pensaba jugar a un alto nivel al fútbol y sé que soy un joven que jamás podría ser un crack como había soñado; me doy cuenta de que podría ser tan solo un jugador como tantos otros que aman el fútbol, pero que jamás podría estar en el top. Es entonces cuando advierto que he de ver la vida desde la perspectiva de alguien que tiene una tendencia natural para liderar, para estudiar, para entender más los aspectos científicos de las cosas... Después, poco a poco llegaron las oportunidades. Tuve la suerte de trabajar con Bobby Robson, quien me lleva al Barcelona, un gran club mundial. Luego tuve la suerte de trabajar con Louis van Gaal, muy diferente de Bobby, muy metódico, muy organizado, con gran criterio. A lo que hay que añadir la fortuna, la gran fortuna, de trabajar con grandísimos jugadores. Y el momento de la verdad llegó cuando inicio en Portugal mi carrera como primer entrenador, en el año 2000. A partir de ahí, en 10 años, todo ha sido explosivo, muy rápido. Explosivo, digo, porque ha sido en un corto espacio de tiempo, pero ha habido un largo recorrido hasta llegar aquí.


Una gran autoestima, sin duda. No mueve apenas las manos. Una la tiene, invariable, sobre la rodilla izquierda, y la otra sube y baja como si manejara la batuta de los años. Al contar su vida, de todos modos, es cuando más se distendió el ceño de Mourinho, como si hablando de sí mismo estuviera visitando a un viejo amigo.

Ya que ha mencionado a Robson. Dijo de usted, de su trabajo como ayudante suyo, que tenía "el par de ojos más extraordinario que había conocido nunca".

Es un gran elogio. Pero lo que yo les digo a los que ahora trabajan para mí es que es importante ver bien, pero aún más importante es que la información llegue muy bien a quien tiene que recibirla. Y es más importante la calidad de la información que nos llega que la calidad de lo que vemos. Es lo que intento enseñar a los que trabajan para mí. Tienes que leer, pero tienes que hacer que los demás entiendan perfectamente lo que tú has leído. Un aspecto que mi experiencia me ha hecho entender es que cuando no eres el primer entrenador puedes tener capacidad de observación y de análisis. Pero cuando ya eres el máximo responsable, en el momento de la verdad, la que vale es la capacidad que tienes para seguir leyendo, analizando y decidiendo bajo presión. Eso que ahora científicamente se llama "inteligencia emocional". Una cosa es un asistente que está en la tribuna o en la grada, un profesional que está delante del ordenador o del televisor viendo una, dos, diez veces un partido, y otra cosa es la tensión altísima de los noventa minutos de un partido que no puedes parar, en el que no puedes decir: "Oiga, espere, que tengo que pensar. Rebobina, que tengo que verlo otra vez". La capacidad de hacer una lectura bajo esta presión es un aspecto muy importante de los entrenadores. El mundo del partido es totalmente distinto, completamente aislado del resto.

Lo primero que habrá visto es a su padre dirigiendo. ¿Qué aprendió de él?

La honestidad. Lo más importante de un entrenador, y quizá de un hombre. Porque cuando mi padre me lo enseñó, siendo yo un niño, él ni soñaba con que yo pudiera ser entrenador de fútbol. Para ser un hombre y para traspasarlo al fútbol, para ser un líder, porque un entrenador es un líder, me parece que la honestidad es lo más importante. Mi padre es para mí un ejemplo. Cometeré errores en mis decisiones, en los análisis, pero guardaré el máximo de honestidad con mis jugadores. Nunca les llegará una decisión o crítica mía por boca de otra persona. La experiencia me lo dice. Siempre he tenido una relación absolutamente fantástica con mis grupos de trabajo y me parece que la culpa de esta relación es esa honestidad que mantengo con los jugadores. Una de las cosas que quiero explicarles es precisamente esto, que quiero tener una relación muy grata, muy honesta, y bilateral: yo contigo y tú conmigo. No quiero intermediarios. No quiero que un jugador declare a la prensa que le gustaría saber por qué no juega: que me lo pregunte a mí. Tampoco quiero decirle a la prensa por qué razón ese futbolista no juega; se lo diré a él. Para mí, la relación directa, honesta, mirándonos a los ojos, es lo más importante. Tendremos momentos negativos, como es obvio, porque un jugador es un animal muy especial -lo digo con todo el cariño, no en sentido crítico-, y una de las características de este animal es que si no juega no es feliz. Por eso siempre llegan momentos difíciles, pero la dificultad es menor si tienes una relación honesta y directa. No soy un entrenador que explique todos los días a los jugadores sus decisiones. No lo explico, pero siempre tengo una o más razones para tomar esa decisión. Si la quieren saber, es muy fácil: la puerta de mi oficina estará siempre abierta para explicársela.

Desde hace más de diez años, usted tiene un objetivo: ser un líder de grandes equipos. Donde hay un montón de egos. ¿Cómo los domina? ¿Ha variado mucho el ego de los futbolistas?

Ha cambiado de forma increíble. Hace 40 años, y recuerdo a mi padre hablar de esto, ver a un futbolista con un libro en las manos en una concentración era excepcional; ese era un jugador que estaba muy por encima de los demás a nivel cultural. Entonces jugaban a las cartas. El mundo ha evolucionado y ahora el futbolista es muchísimo más instruido. Cuarenta años atrás, un entrenador con dos dedos de inteligencia y dos dedos de cultura tenía un dominio intelectual y cultural sobre sus futbolistas. Los jugadores no tenían ni la capacidad de entender en qué trabajaban, cómo trabajaban, sus necesidades... No. Simplemente comían de aquello que les daban de comer, futbolísticamente hablando, y nada más. Hoy un jugador es un hombre con una posición totalmente diferente en la sociedad. Antes no podía entrar en muchos ambientes sociales. Hoy todos quieren que los futbolistas pertenezcan a los diferentes espacios sociales. El jugador es mucho más culto, más inteligente, es más exigente. Por eso creo que hoy un entrenador tiene que estar mucho más preparado que años atrás. Un entrenador que hoy solo entiende de fútbol es un entrenador pésimo. No puede sobrevivir. Y el entrenador clásico, aquel que fue jugador o que entiende mucho de fútbol y es entrenador dos días después, no tiene muchas posibilidades de tener éxito si no está preparado en todos estos niveles de los que hablamos. No es tan solo entrenar bien, jugar bien, decidir y ganar. Es mucho más: ha de ocuparse de la gestión de los egos, de las emociones; los entornos hacen ahora nuestro trabajo mucho más complejo, muy bonito y también muy difícil.

 
¿El hecho de que sean más cultos los ha hecho más autocríticos?

Encuentras de todo, como en todas las áreas profesionales. Me parece que hoy un jugador es muy orgulloso, también en el sentido positivo de la palabra. Cuando llega a un determinado nivel, ya no piensa en su futuro, me refiero a su futuro económico. El jugador de hoy que quiere jugar y jugar bien, que quiere ser titular, cerrar más contratos, que quiere ganar y ganar siempre, o lo hace por orgullo propio o no lo hace. La cuestión en este momento no es un euro más o menos, es el orgullo personal. Y hablo por mí mismo. ¿Por qué trabajo? ¿Porque quiero ganar? ¿Porque quiero continuar? Trabajo porque me gusta, porque tengo orgullo propio, porque la gente espera que gane. Yo quiero seguir haciéndolo para estar bien conmigo mismo. Cuando llegamos a este nivel, es una cuestión de orgullo personal. Yo quiero hacer historia, Ronaldo quiere hacer historia, Messi quiere, Zanetti quiere... Los jugadores importantes quieren hacer historia, su propia historia. Dentro de 50 años seguiré estando en la historia del Oporto, del Chelsea, del Inter... Nosotros, jugadores y entrenadores, los que hemos llegado a este nivel, es por orgullo natural, es un orgullo innato. Si no fuera por esto, un día te levantarías de la cama y dirías: "Basta". Nunca diré basta.
No basta jugar, entonces. Lo importante es ganar. ¿Y cuando se pierde?

Se debe saber por qué. Se debe saber dónde mejorar. Si es culpa nuestra o del adversario. Si es culpa nuestra, es un gran problema. Si es culpa del adversario porque ha sido mejor que nosotros, okay, lo aceptamos, porque querer ser mejor que el adversario será un estímulo para mejorar. Cuando se pierde por culpa propia, debes pensar muy bien qué hacer.

 
¿Cómo ve los sistemas que dominan hoy en el fútbol? Usted parece que impone un sistema según el contrincante al que quiere vencer...

El aspecto cultural es muy importante. Una vez dije algo que quizá pasó inadvertido y que acaso sea una de las cosas más acertadas que he dicho sobre el fútbol. Jugaba el Chelsea contra el Barça y las preguntas siempre eran las mismas: quién es mejor. El Chelsea estaba muy fuerte, había sido campeón de Inglaterra, el Barça era el campeón de España y jugábamos unos cuartos de final de la Champions. Les dije: este Chelsea es campeón de Inglaterra, y si jugara la Liga española no la ganaría. Y el Barça es campeón de España, pero no ganaría la Premier. Y la construcción de los equipos debe realizarse de acuerdo con la cultura y con las cualidades que tienes para ganar. Como jugaba hace cuatro o cinco años, el Barça no ganaba la Premier. Quizá hoy la ganaría. Por eso es imposible que un entrenador llegue a un país y diga: "Este es mi sistema, mi filosofía de juego". Si un día Pep [Guardiola] va a Inglaterra o a Italia, quiero ver si su equipo juega como el Barcelona... ¿Seré capaz de hacer con el Madrid lo mismo que he hecho con el Inter a nivel de juego? Imposible. El aspecto cultural es muy importante.

Es decir, que la identidad de un equipo y de un entrenador como usted es la historia que lo va conformando...

Exactamente. La idiosincrasia es fundamental. Puedes tener principios del juego, puedes no abdicar de ellos, pero la idiosincrasia del club y de la propia Liga son fundamentales. Si intentas jugar contra esos principios, estás jugando contra ti mismo. Existen cosas en el Real Madrid que quiero mantener.
¿Por ejemplo?

Por ejemplo, la obsesión por jugar un fútbol ofensivo y atractivo... Todos me dicen que el aficionado del Real Madrid quiere ganar, ver un juego ofensivo y bonito. Yo también. Pero no quiero un Real Madrid bajando con cinco y atacando con cinco. Y he visto muchos partidos del Madrid con cinco jugadores detrás de la línea del centro del campo y cinco delante. Cuando se perdía el balón, los cinco de detrás echaban a correr y los cinco de delante se dedicaban a reposar. Eso no lo quiero. Existen principios a los que no puedo renunciar. Hablando de un modo general: ganar, jugar bien, jugar ofensivo... Obviamente, esa historia no quiero cambiarla.

 
Es lo que dice Guardiola de su propio equipo. Algo habrá aprendido de usted cuando coincidieron en el Nou Camp...

No, no. Guardiola no aprendió de mí. Guardiola tiene una formación de cultura de club de toda la vida. Ha estado un año en Brescia (Italia) y otro en Qatar (donde seguramente jugaba más al golf, que le gusta mucho), pero su vida es el Barça. Cuando me lo han preguntado alguna vez, siempre he dicho que Pep es el entrenador perfecto para el Barça. Es catalán, es culé, nació allí, en La Masía, es amigo de Cruyff, hay aficionados con mucho amor por él, con mucho amor por el club. Lo entiende todo, lo tiene todo. Para mí es el entrenador perfecto para el Barça. Cuando nombraron presidente a [Sandro] Rosell y le ofreció seis años de contrato..., ¡yo le hubiera ofrecido diez!
Tengo curiosidad por saber qué comentó con Guardiola cuando acabó el partido en que el Inter eliminó al Barça de Europa. Cuando usted estuvo allí con Robson, su relación con Pep era buena...

Ha sido buena, es buena y será buena. Si tenemos algún problema a nivel futbolístico, no será nunca un problema entre José Mourinho y Pep Guardiola: será un problema entre el entrenador del Real Madrid y el entrenador del Barcelona. Es totalmente diferente. Lo respeto tanto como creo que él me respeta a mí y no tenemos ningún problema personal, todo lo contrario. En este momento no le puedo desear suerte porque jugamos a lo mismo, pero aparte de eso no hay ningún problema.

Hace unos años dibujó su futuro: ganaré esto en Inglaterra, esto en Italia, esto en España, esto en Portugal...

Como en todos los planteamientos, tienes que ser flexible y adaptarte a la situación. Tienes que analizar y hacer un diagnóstico del día a día a todos los niveles. En mi vida profesional es muy difícil que este planteamiento sea cumplido automáticamente, tiene que haber desviaciones... Tenía tres grandes objetivos cuando empecé a entrenar. He alcanzado dos casi. Uno, ganar tres Champions con tres clubes diferentes. Ernst Happel, Ottmar Hitzfield y yo hemos ganados dos cada uno en dos clubes diferentes. Happel ha fallecido. Hitzfield está a punto de retirarse y a mí me quedan muchos años de carrera por delante. Otro: quiero ser el único en ganar las tres Ligas más importantes del mundo: la española, la italiana y la inglesa. En este momento, Fabio Capello ha ganado la italiana y la española; Carlo Ancelotti ha ganado la inglesa y la italiana, y yo, la inglesa y la italiana. Capello, si no vuelve a un club, como él dice, ya no llegará. Solo estamos Carlo y yo, y no sé si Carlo lo tendrá entre sus objetivos. Yo quiero ganar las tres.

Y el tercer objetivo.

El tercero es dar a mi país algo que aún nadie le ha dado: el título de campeón del mundo o de Europa. Esto es más difícil porque no me gusta entrenar selecciones. Es un sueño para mí. Me parece que Portugal, un país pequeñito, de diez millones de habitantes, sin un potencial económico, sin grandes infraestructuras, tiene un fútbol que merece algo importante. Es un fútbol que ha dado tres balones de oro, ha dado a Eusebio, a Ronaldo, a Figo... Un país que ha dado un Benfica histórico y un Oporto que ha ganado la Champions merece dos cosas: ganar un título grande y ganar algo aún más fácil: llegar, con la ayuda de España, a tener un Mundial de fútbol. Tenemos que ganar esta candidatura.

En toda la conversación no le había visto tanta ilusión en los ojos como cuando ha hablado de Portugal.

Soy un portugués muy atípico, porque el portugués en general echa de menos a Portugal y yo no. No tengo saudade, quizá porque tengo una familia espectacular, porque estoy enamorado de lo que hago... No tengo saudade, pero tengo mucha pasión. Soy un portugués que no quiere volver, no quiero trabajar en ningún club portugués, no quiero vivir en Portugal, pero soy un portugués al que le gustaría hacer algo importante con mis capacidades.

 
Al principio le leí lo que dice Robinson de usted. Los que están en su cercanía dicen que es cálido, humano. Pero en muchos sitios se dice de usted que es una persona difícil, inaccesible, irritable. ¿Cómo reacciona cuando lee que dicen eso de usted?

Primero, no leo mucho lo que se dice de mí. Óscar [Ribó, responsable de prensa de Mourinho y del Real Madrid, que está presente] es testigo de que todos los días quiero un SMS suyo con un resumen de prensa, porque no leo periódicos ni veo la televisión; solo la utilizo para partidos que quiero o que tengo que ver. Es una protección para mi estabilidad personal. Si llega una persona cercana que habla mal de mí, eso sí me genera un problema porque significa que algo está mal, o en mí o en esa persona. Cuando habla mal de mí una persona que no me conoce, eso no me crea ningún problema. El fútbol me ha dado tantas cosas buenas que tiene todo el derecho a darme alguna mala.

¿Cuál es la mala?

La mala es que he perdido totalmente mi privacidad. Todos me conocen, todos hablan de mí, no puedo ir por la calle con tranquilidad, no puedo pasear con mis hijos, con mi mujer, con mi familia, no puedo viajar tranquilamente. Y tengo que leer muchas mentiras -cuando leo- sobre mí.
¿Qué es lo que más le ha molestado?

Las mentiras. Fuera del fútbol soy un hombre totalmente distinto al que está en el fútbol. Si en el fútbol lo arriesgo todo, soy arriesgado en la forma de liderar, arriesgo en la manera de comunicar, de gestionar mi relación con la prensa..., arriesgaré mucho con el equipo, ya lo verán... En mi vida personal, sin embargo, soy exactamente lo contrario: riesgo cero, perfil bajo, inversiones económicas cero. Riesgo con mis euros cero. Soy un hombre de perfil bajo, no me gusta la vida social, nada. Y la mentira, lo que menos me gusta. ¡Dijeron que en mis vacaciones en Kenia había contratado a un brujo! ¡Lo que inventan!

También dicen que le gusta leer, que le gusta la música...

Mire, la gente ve a un Mourinho durante noventa minutos, en el campo, y antes de los partidos y después, en las conferencias de prensa. Ese Mourinho está jugando el partido. Es difícil percibir a un Mourinho que no esté ya jugando el partido. En el partido estoy de pie noventa minutos, hablo con los míos, con los adversarios, con los árbitros... Estoy jugando mi partido, no salgo a hacer teatro, estoy trabajando. Las ruedas de prensa son espacios de trabajo. La gente me conoce trabajando. Esta entrevista que estoy haciendo con usted no sé si se volverá a repetir, durante la temporada apenas hago entrevistas, jamás voy a la televisión, para mí abrir mi casa es imposible, pararme por la calle con aficionados es muy difícil... Me gustaría visitar una peña de mi club, pero ya me han dicho que son tantas que si voy a una tendría que ir a todas, así que no puedo ir a ninguna... Así que a Mourinho nadie le conoce. Le conoce la familia, los amigos y quien me conoce de verdad.

Déjeme entrar un momento en su casa. ¿Qué libros lee?

Gabriel García Márquez me gusta, pero tengo poco tiempo para leer. Trabajo muchas horas, y cuando llego a casa me gusta estar con los míos. No puedo ser tan egoísta como para exigir mi propio espacio. Tengo que hacer cosas que les guste hacer a ellos, ver la película que le gusta a mi mujer, ir al cine y ver la película que les guste a mis hijos... El otro día estuve en Madrid, muerto de cansancio, pero mis hijos querían ir al Parque de Atracciones. Pues al Parque de Atracciones...

¿Qué le hace reír?

En casa río muchísimo; en mi ambiente de trabajo, también. Y ganar también me hace reír muchísimo.
Terminemos con otro poeta, Rudyard Kipling, que advierte en su poema 'If' contra dos impostores: el triunfo y la derrota. ¿Piensa lo mismo, son armas de doble filo?

Alguna vez he pensado, después de una derrota, que afortunadamente son pocas: no debo estar triste porque en el otro vestuario hay gente que está muy feliz. Pero para pensar así tengo que perder muchas veces.


FUENTE: DIARIO EL PAÍS DE ESPAÑA

UNA LIGA DE TITANES


En un clima de curiosidad y entusiasmo en Mónaco se realizó el sorteo de la fase de grupos de la Liga de Campeones 2010-2011,las bolillas decidieron la suerte de cada equipo en sus diferentes grupos y el panorama es el siguiente:

GRUPO A

1. INTERNAZIONALE (ITALIA)
2. WERDER BREMEN (ALEMANIA)
3. TOTTENHAM FC (INGLATERRA)
4. FC TWENTE (HOLANDA)

GRUPO B
1. OLYMPIQUE LYON (FRANCIA)
2. SL BENFICA (PORTUGAL)
3. SCHALKE 04 (ALEMANIA)
4. HAPOEL TEL-AVIV FC (ISRAEL)

GRUPO C
1. MANCHESTER UNITED (INGLATERRA)
2. VALENCIA CF (ESPAÑA)
3. RANGERS (ESCOCIA)
4. BURSASPOR (TURQUÍA)
GRUPO D
1. FC BARCELONA (ESPAÑA)
2. PANATHINAIKOS (GRECIA)
3. FC COPENHAGUE (DINAMARCA)
4. FC RUBIN KAZAN (RUSIA)

GRUPO E
1. FC BAYERN (ALEMANIA)
2. AS ROMA (ITALIA)
3. FC BASEL (SUIZA)
4. CFR 1907 CLUJ (RUMANIA)
GRUPO F
1. CHELSEA FC(INGLATERRA)
2. OLYMPIQUE MARSELLA (FRANCIA)
3. SPARTAK FC (RUSIA)
4. MSK ZILINA (ESLOVAQUIA)
GRUPO G
1. AC MILAN (ITALIA)
2. REAL MADRID (ESPAÑA)
3. AJAX (HOLANDA)
4. AJ AUXERRE (FRANCIA)

GRUPO H
1. ARSENAL (INGLATERRA)
2. SHAKHTAR DONETSK (UCRANIA)
3. SPORTING BRAGA (PORTUGAL)
4. FK PARTIZÁN (SERBIA)

PARA TOMAR EN CUENTA...

Peruanos I .- El Grupo "A" alberga al Werder Bremen donde milita el delantero peruano Claudio Pizarro conjuntamente con el reciente campeón de Europe el Inter de Milán,el Twente de Holanda y el Tottenham de Inglaterra que cuenta en sus filas al  golero brasileño Gómes, al defensa Francés William Gallas y al delantero ruso Román Pavlyuchenko.

Peruanos II.- Mientras que el otro equipo alemán,Schalke o4 ,donde juega Jefferson Farfán y el delantero español Raúl,se ubicó en el Grupo "B"  junto al Olympique de Lyon ,que acaba de fichar por 22 millones de euros al talentoso volante francés Yoann Gourcuff  que proviene del Bordeaux .A ellos se suma el Benfica de Portugal y al Hapoel Tel-aviv de Israel.

No se queda callado.- Otro peruano que dice presente en la Liga de Campeones es el defensor del Sporting Braga ,Alberto Rodríguez, que integra el Grupo "H" junto al Arsenal de Inglaterra,Shaktar Donestsk de Ucrania  y el Partizán de Serbia. El Sporting Braga viene de eliminar al Sevilla de España en la primera fase de la Liga de Campeones.

Se vuelven a ver.- El Real madrid  y el AC. Milán compartiran por segundo año consecutivo la fase de grupos,esta vez en el Grupo "G"  acompañados por el Ajax de Holanda y el Auxerre de Francia lo que lleva a ponerle el rótulo del "GRUPO DE LA MUERTE".  Lo curioso es que en la temporada anterior junto al equipo español e italiano  que integraban el Grupo "C" tambien había un equipo francés: El Olympique de Marsella. Cosas del fútbol.

"D"uelo de Campeones .-El Barcelona se acomodó en el Grupo "D" que a simple vista no le pondrian inconvenientes para clasificar a la siguiente fase.Los catalanes se enfrentarán al Panathinaikos de Grecia, actual campeón helenico que cuenta entre sus principales figuras al brasileño Gilberto Silva y a los franceses Djibril Cissé, Sidney Govou .

Otro campeón de liga que enfrentaran los azulgranas es el  Copenhague de Dinamarca que cuenta en sus filas al veterano volante Jesper Gronkjaer. Y para cerrar la llave "D" aparece el Rubin Kazan de Rusia ,que la temporada pasada le ganó en el Camp Nou al Barza. ¿Que le depará el destino al equipo de Guardiola?

Una Champions que promete se avecina ...Hagán sus apuestas.

21 de agosto de 2010

PREVIA: FBC Melgar VS. Sport Boys

TORNEO DE PROMOCIÓN Y RESERVAS
Sábado 21 agosto
Estadio Monumental de la U.N.S.A. - Arequipa
12:30 Hrs. FBC Melgar  VS. Sport Boys

TORNEO DESCENTRALIZADO 2010
Sábado 21 agosto
Estadio Monumental de la U.N.S.A. - Arequipa
15:00 Hrs. FBC Melgar VS. Sport Boys

Árbitro: Diego Haro
1er. A. Asistente: Jorge Yupanqui - FIFA
2do. A. Asistente: Jorge Carrillo - Cusco
4to. Árbitro: César Allasi - Arequipa
Inspector: Andrés Torrico - Arequipa
Comisario: Luis Goytizolo

TORNEO DESCENTRALIZADO 2010 / FECHA 29: PARES Y NONES

La penúltima jornada del Torneo Descentralizado 2010 se jugará integramente el sábado 21 de agosto a las 15:00 Hrs. en los siguientes escenarios deportivos :

Estadio Monumental de la UNSA (Arequipa)
FBC Melgar VS. Sport Boys
Árbitro: Diego Haro

Estadio Monumental (Ate)
Universitario VS. U. San Martín
Árbitro: Víctor Hugo Rivera

Estadio Segundo Aranda Torres (Huacho)
Total Chalaco VS. Cienciano
Árbitro: Miguel Magallanes

Estadio San Martín de Porres
Sporting Cristal VS. Alianza Lima
Árbitro: Héctor Pacheco

Estadio Manuel Rivera Sánchez (Chimbote)
José Gálvez VS. Juan Aurich
Árbitro: Eduardo Chirinos

Estadio Max Augustín (Iquitos)
CNI VS. Inti Gas
Árbitro: Miguel Santiváñez

Estadio Cuarto Centenario (Huancayo)
Sport Huancayo VS. Alianza Atlético de Sullana
Árbitro: Percy Rojas

Estadio Mansiche (Trujillo)
U. César Vallejo VS. León de Huánuco
Árbitro: Georges Buckley